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El mundo de gas puede ser complicado

Hemos recopilado unas de las preguntas y respuestas más comunes del sector

La revisión de la instalación o inspección de gas es obligatoria. La distribuidora propondrá una cita al usuario para la visita del técnico, quien será en encargado de revisar que todo funciona correctamente. En caso de que el consumidor obstaculice voluntariamente la visita del técnico, la distribuidora podrá notificarlo a las autoridades. Pudiendo tomar medidas como la suspensión del gas natural en el punto de suministro hasta que la situación se resuelva.
La revisión de la instalación de gas la puede puede hacer o bien una empresa autorizada de instalación de gas o bien una distribuidora. La compañía distribuidora que te corresponde depende el lugar en el que se encuentra tu punto de suministro. Este proceso se lleva a cabo cada cuatro años en País Vasco y cada cinco en el resto de España. Y es muy importante de cara a asegurar el correcto funcionamiento de la instalación. La distribuidora de gas tiene la responsabilidad de avisar al consumidor de que tiene que llevar a cabo una inspección al menos con tres meses de antelación. En ese momento, el consumidor podrá decidir si quiere que sea la distribuidora o una empresa independiente quien realice la inspección.
Toda instalación, ya sea depósito o bombona de gas butano y propano, debe pasar una revisión periódica cada 5 años. Para llevarla a cabo es necesario contactar con una empresa instaladora de gas o tener contratado un Servicio de Mantenimiento. En el caso de los depósitos de gas propano a granel, además, se debe llevar a cabo, cada 15 años, la revisión de la presión de toda la instalación, también conocido como retimbrado. Una vez finalizada la revisión, el profesional encargado de la misma debe cumplimentar y entregar al usuario un certificado oficial de revisión.
La inspección del gas natural debe ser realizada por técnicos autorizados específicamente para ello, ya sean de tu compañía distribuidora o de una empresa autorizada independiente. En cualquier caso, tu empresa distribuidora es la responsable de controlar que todas las instalaciones de gas de la zona en cuestión se encuentren al día en sus revisiones obligatorias.
En las instalaciones de gas natural la inspección obligatoria se realiza cada 5 años a fin de detectar que todos los elementos funcionan correctamente y son seguros. Los tipos de revisiones de gas obligatorias son dos: La inspección de la Instalación Receptora Individual (IRI). Se realiza en el interior de la vivienda y en ella se comprueba el suministro doméstico de gas con los aparatos que lo consumen. El cargo de esta inspección corre a cuenta del titular del contrato de suministro de gas natural. La inspección de la Instalación Receptora Común (IRC). Es la que se realiza en las zonas comunes de un edificio residencial sobre su acometida de gas. En este caso, corre a cargo de todos los titulares, esto es, de la comunidad de vecinos.
Se entiende por acometida la canalización e instalaciones complementarias necesarias para un nuevo suministro de gas natural o ampliación de uno existente, comprendidas entre la red de distribución o de transporte existente y la llave de acometida (incluida esta), que corta el paso de gas natural a las instalaciones receptoras de las personas usuarias. La acometida interior es el conjunto de conducciones y accesorios localizados entre la llave de acometida, excluida esta, y la llave del edificio (incluida esta). Los derechos por acometida son la contraprestación económica por la realización del conjunto de instalaciones y/u operaciones precisas para atender el nuevo punto de suministro de gas natural o para la ampliación de la capacidad de uno ya existente.
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