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El mundo de gas puede ser complicado

Hemos recopilado unas de las preguntas y respuestas más comunes del sector

Conforme a la legislación nacional vigente, la realización de la inspección corresponde siempre a la Empresa Distribuidora de gas, que está obligada a realizarla cada 5 años (de acuerdo el Real Decreto 984/2015 de 30 octubre).
La Inspección Periódica de una instalación de gas consiste en la comprobación, a través de sus partes visibles y accesibles, de la estanquidad y la verificación del buen estado de conservación de la misma, de la combustión higiénica de los aparatos a gas y de la correcta evacuación de los productos de la combustión, constatando su adecuación a las condiciones reglamentarias de seguridad.
La inspección periódica de las instalaciones alimentadas desde redes de distribución de GLP (Gas propano) son cada 5 años y dentro del año natural de vencimiento de este periodo. Los distribuidores de gases combustibles por canalización deberán efectuar una inspección de las instalaciones receptoras de sus respectivos usuarios, repercutiéndoles el coste derivado de aquellas (artículo 4.1 aptdo ITC-ICG 06 del RD 919/2006).
Como consumidor, cuentas con varias opciones a la hora de revisar tu caldera. Puedes elegir libremente cualquiera de ellas, siempre y cuando se encuentre entre las recogidas en el RITE. A continuación, te mostramos las diferentes posibilidades que ya te mencionábamos arriba para que elijas aquella que te resulte más conveniente: Compañías de gas: Las compañías de gas del mercado libre a veces ofrecen en sus tarifas y servicios la revisión de la caldera. En caso de que optes por esta opción, lo habitual es que la compañía te cargue este servicio en la siguiente factura. Mantenedores cualificados: Si prefieres que la revisión de tu caldera no la lleve a cabo tu compañía, también puedes ponerte en contacto con una empresa mantenedora térmica. Si optas por esta opción, debes asegurarte de que la persona que va a realizar la revisión es instalador de gas y agente de su puesta en marcha. Servicio técnico oficial de tu caldera: Casi todos los fabricantes de caldera ofrecen revisiones de sus productos. Y también extensiones de garantía en las que dichas revisiones vienen incluidas. Una ventaja adicional con la que cuentas si te decides por esta posibilidad es que podrás contar con los recambios originales en caso de que sea necesaria la sustitución de alguna pieza.
El periodo establecido marcado por ley para revisar la caldera de gas natural es de dos años en calderas domésticas. Y permite comprobar que no existe ninguna anomalía en la caldera que corresponde a tu punto de suministro. Además, la revisión permite verificar que su eficiencia y emisión de gases se encuentran dentro de los parámetros correctos. Esta normativa se rige por el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los edificios (RITE). Y recoge todas las obligaciones del usuario en relación al mantenimiento de sus instalaciones térmicas. Si la fuente de energía que consumes en tu hogar es otra diferente al gas natural, como gasóleo, la frecuencia con la que tendrás que hacer la revisión será de un año como máximo. Como consumidor, es tu responsabilidad solicitar la revisión de la caldera en los tiempos establecidos. Por lo que tendrás que ponerte en contacto con una empresa mantenedora certificada, servicio técnico o comercializadora antes de que cumpla el plazo de revisión.
El técnico, en su visita al local o domicilio donde se encuentra el punto de suministro, determina si la inspección es o no favorable. A partir de las diferentes incidencias encontradas, y que pueden dividirse en: Graves: Aquellas que no suponen un peligro para la comunidad ni para el propietario o arrendatario de la vivienda. Pero impiden el uso correcto de la instalación. Leves: Aquellas que no interfieren en el correcto funcionamiento de la instalación Muy Graves: Las que suponen un peligro para los habitantes de la vivienda en la que se encuentra el punto de suministro, para la comunidad de vecinos y el medio ambiente. Cuando se trata de incidencias leves, el responsable del punto de suministro cuenta con 15 días para corregirlas y pedir una nueva inspección. En el caso de las graves y muy graves, el revisor precintará la instalación y ésta solo podrá volver a utilizarse una vez subsanadas las incidencias.
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