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El mundo de gas puede ser complicado

Hemos recopilado unas de las preguntas y respuestas más comunes del sector

La principal diferencia entre el gas butano y propano es el uso que se les vaya a dar. El propano es recomendable para utilizarlo en zonas grandes y amplias y que, para poder funcionar, estén temperatura superior a los -44⁰C. Por otro lado, el gas butano necesita una temperatura ambiente de 0⁰C para poder ser utilizado, siendo sus usos más habituales la cocción, generación de agua caliente sanitaria y calefacción de espacios grandes y pequeños ya que es no es tóxico. Otras de las diferencias significativas entre ambos es el formato en el que se encuentran en el mercado. Mientras el gas butano se vende en bombonas de diferentes pesos y tamaños, el propano puede encontrarse tanto en bombona como en depósito a granel.
El butano se utiliza en hogares y empresas de hostelería y restauración para la generación de calor, agua caliente sanitaria y cocción interior y exterior. Por otro lado, el propano es una fuente energética para la generación de calor, electricidad, cocción y agua caliente sanitaria. Dependiendo del sector en el que se emplee tiene unas aplicaciones u otras. Estos dos tipos de gas se utilizan en nuestras cocinas, tanto en paelleras como en hornillos. Descubre nuestro catálogo y dale más sabor a tus platos.
Los gases licuados del petróleo o GLP se clasifican en dos tipos: butano y propano. Estos se obtienen en el primer paso del proceso de refino del petróleo y pueden, también, encontrarse formando parte del gas natural.
Las instalaciones de gas canalizado se rigen por una exigente reglamentación de seguridad, tanto en su diseño como en su operación, mantenimiento y uso. Control en la puesta en servicio Control de fugas Inspección periódica de las instalaciones receptoras Servicio permanente de atención de urgencias Monitorización 24×7 y en tiempo real de las instalaciones desde un centro de control El despliegue del aire propanado puede redundar en una mayor seguridad: Las canalizaciones subterráneas permitirán reducir el número de almacenamientos de propano y gasóleo a pie de calle, que dan servicios a negocios. No es necesario el arrancamiento de propano en negocios, por lo que se reducen los riesgos en el momento de las descargas o en el almacenamiento al llegar por canalización. En el caso de los hogares ocurre lo mismo con el propano envasado: no es necesario.
En España pueden usarse el gas natural, el gas propano, el gas butano para el consumo energético. Estos tipos de gas que pueden usarse para la calefacción, agua caliente y demás usos energéticos en casa. Cada uno tiene tarifas diferentes y van dirigidos a necesidades específicas. Por ejemplo, el gas propano se utiliza más en locales y comercios donde el consumo de gas es mayor.
El gas se almacena en tanques cuando se encuentra en estado líquido. Mientras que lo hace en almacenamientos subterráneos si está en estado gaseoso. Desde el punto de vista económico y técnico, la segunda forma resulta más rentable que la primera. El gas líquido se traslada a través de esferas o cisternas. Bien a través de barcos o de camiones. Ocupando unas 600 veces menos que en estado gaseoso y facilitando así su transporte. Al llegar al puerto de las ciudades, el gas se almacena en depósitos de gran tamaño. Para introducirlo desde ahí a la red de distribución. En aquellas ciudades que no cuentan con puertos o gasoductos en los que guardarlo, el gas se almacena en camiones cisterna introduciéndolo en la red local de gas cuando sea necesario. El proceso de almacenamiento, transporte y distribución necesita de una supervisión, que en España lleva a cabo fundamentalmente Enagás. Además de su labor en España, cuenta con infraestructuras en distintos países de Sudamérica.
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