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El mundo de gas puede ser complicado

Hemos recopilado unas de las preguntas y respuestas más comunes del sector

La longitud máxima depende del modelo de caldera. Los fabricante en sus especificaciones técnicas facilitan ese dato. Hay calderas con mucha más longitud que otras, por eso si tu salida de gases es muy larga, consulta con un profesional que te asesore. Además esta longitud se ve reducida en caso de que haya que realizar algún desvío.
No. La salida de gases de las calderas de condensación en su interior incorporan un tubo de polipropileno para evitar el deterioro por oxidación. Además la inclinación de dicha salida es opuesta a la de caldera estanca.
Sí. Teóricamente se podrían seguir instalando calderas estanco sin ningún problema. Desde la entrada en vigor de la nueva normativa se prohibió la fabricación de calderas que no sean de condensación pero las que están actualmente en almacenes o tiendas se pueden seguir instalando. En la practica, la realidad es que ya casi no se encuentran.
La vida útil de una caldera de gas depende de más factores que el promedio de vida del aparato en sí mismo y de su supuesta “obsolescencia programada”. Esto nos lleva a que los 10 o 15 años de vida teóricos por término medi. Se pueden ver aumentados o disminuidos en función del uso y mantenimiento que le des a la caldera de gas. De hecho, el primer factor que puede alargar la vida útil de tu caldera de gas es que la instalación haya sido la correcta y la hayan realizado profesionales cualificados. Esta misma cualificación es la que debes buscar para atender al segundo factor que ayuda a que tu caldera dure más tiempo en perfectas condiciones… que no es otro que los mantenimientos y revisiones periódicas que ayudarán a detectar problemas manifiestos y a prevenir aquellos incipientes.
Una de las principales diferencias entre el radiador y el convector se encuentra en que el primero revuelve menos el aire por lo que no traslada tanto el polvo ni crea tanta sequedad en el ambiente. Asimismo, la sensación térmica generada por los radiadores y el tiempo que mantienen el calor es superior a lo que se consigue usando los convectores como medio de generación de temperatura. Por contra, la rapidez para producir calor de los convectores es mayor que la de los radiadores. Por último, las dimensiones de las superficies a calentar también marca una diferencia entre estos dos aparatos. Así, el convector se recomienda como dispositivo para calentar espacios o estancias pequeñas, mientras que el radiador es ideal para viviendas no muy grandes o como complemento a otros sistemas de calefacción.
En el caso del mantenimiento regular de depósitos se debe tener en cuenta: – El funcionamiento de los instrumentos de control y medición. – Cómo se encuentran tanto las conexiones externas como las internas. – El estado de los accesorios del depósito. – La existencia de placas de seguridad, estado de la pintura y otros elementos de la instalación. En el caso de las revisiones obligatorias: – Una prueba de presión y de estanquidad – Una prueba de drenajes y cerramiento. – Medición de la resistencia de la tierra. – Verificación de todo el material existente frente a incendios y comprobación de las distancias de seguridad. Si quieres realizar el mantenimiento regular de tu suministro de bombonas ten en cuenta que hay que: – Revisar las condiciones de ventilación. – Confirmar que la combustión sea la correcta. – Verificar la correcta evacuación de los productos de combustión. – Comprobar que los envases están en el lugar adecuado. – Comprobar el buen funcionamiento de los reguladores. – Comprobar la estanqueidad de la instalación. – Verificar el buen estado de la instalación. – Recibir el Certificado Oficial.
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