Asegura el buen funcionamiento de tu caldera de gas solicitando una revisión anual al servicio técnico del fabricante del aparato y durante la misma, solicita la verificación de los niveles de Monóxido de Carbono (CO). Si dispones de termostato ambiente en su hogar, sitúa el mando de temperatura de la caldera en posición máxima y regula el termostato ambiente para conseguir una temperatura de confort adecuada (en torno a los 21⁰C).
Si no dispones ya de él, instala un termostato de ambiente para proveer a su hogar de un sistema de regulación automático. La caldera sólo se encenderá cuando la temperatura baje en casa.
Si no apagas la calefacción por la noche, baja el termostato de ambiente a unos 15⁰C. De esta forma ahorra energía.
Utiliza burletes en puertas y ventanas para impedir que el calor se escape por las juntas. Mantenlas bien cerradas y ventila en invierno en las horas de más calor y con la calefacción apagada.
Comprueba la calidad del aislamiento térmico del sótano para minimizar posibles pérdidas de calor.
No utilices los radiadores para secar la ropa y no los tapes con muebles, cortinas, etc.
Al cocinar, procura que la llama no sobrepase la base del recipiente y tapar las cacerolas para reducir el tiempo de cocción.